Sobre
el conflicto oaxaqueño se han escrito incontables historias,
crónicas de las refriegas callejeras con los policías,
manifiestos, análisis políticos variopintos, acendradas
críticas, canciones épicas, apasionadas apologías,
etc.
Dentro de esta montaña de tinta y papel, pocos se detienen
a intentar explicar el por qué un movimiento con la fortaleza
que ha mostrado éste, no ha logrado, hasta ahora, derribar
a un gobierno débil como el de Ulises Ruiz Ortiz (URO). El
misterio está en la dirección del movimiento.
Propuesta
de un debate
Algunos medios y en particular algunos analistas ligados al gobierno
han intentado analizar los antecedentes de las direcciones de las
organizaciones integradas a la APPO. Lamentablemente, las críticas
de estas plumas, más que ayudar a clarificar el asunto lo han
vuelto más turbio, pues estos "periodistas", ligados
a los aparatos de gobierno, no tienen ninguna calidad moral. Por otra
parte, están quienes escriben bajo el prejuicio de que, criticar
a quienes hoy aparecen como los voceros del pueblo es darle armas
al gobierno; o de que una actitud crítica puede parecer en
este momento divisionista o hasta oportunista. Así, para no
meterse en broncas -piensan- es mejor nadar en la superficie que sumergirse
en aguas profundas.
Para
nosotros, militantes del Partido Obrero Socialista-Movimiento al Socialismo,
lo anterior es un obstáculo para hacer claridad sobre lo que
sucede en el movimiento y las perspectivas del mismo. Se debe explicar
a fondo el por qué no se ha logrado tirar al dictadorzuelo
URO, y para ello debe comprenderse el papel de las direcciones pequeño
burguesas u oportunistas, que siempre han jugado un papel negativo
en los movimientos (ver artículo en páginas xx y ww).
Exhortamos
a todos a debatir con nuestros análisis y propuestas, con la
finalidad de fortalecer los movimientos políticos-sociales
por medio de la crítica, la autocrítica y el debate
abierto, respetuoso y constructivo.
La
creación de la APPO
La
conformación formal de la APPO se realizó el 20 de junio
de 2006, como respuesta al fallido intento del gobierno de URO de
desalojar con la policía el plantón magisterial ocurrido
cinco días antes. Se contó con la participación
de 365 representaciones de organizaciones populares, sindicales, campesinas,
indígenas, estudiantiles, ONGs y políticas.
Se
propuso nombrar una coordinadora provisional y comisiones de trabajo.
Finalmente la coordinación quedaría integrada por 36
miembros. La elección de los miembros de la coordinadora fue
geográfico y nada político, pues se dividió la
asamblea por regiones y en cada una se nombraría a tres representantes.
En la región de Valles Centrales la designación se hizo
mediante un sorteo.
Llama
la atención que para el nombramiento de una coordinación
política, no se hayan adoptado criterios políticos.
En la primera reunión de este organismo directivo apenas se
reunieron la mitad de sus miembros, y ésa fue la constante.
Las
comisiones de trabajo nunca lograron funcionar regularmente, excepción
hecha de la Comisión Jurídica; algunas de plano nunca
funcionaron, como la de finanzas, que recién se regularizó
en el mes de noviembre. De los recursos captados desde junio nunca
se supo.
Cualquiera
que haya visto el movimiento desde afuera, poco crédito podría
darle a estás palabras, pues las enormes movilizaciones, el
boicot a la Guelaguetza, las tomas de las radios, las barricadas,
etc., mostraban una gran organización popular. Y ésta
fue un hecho, aunque escapó al control de la dirección
formal.
Características
del movimiento del 2006
Una
de las características más destacadas en el actual movimiento
han sido los constantes rebases de las bases a sus dirigentes. Uno
de ellos, Enrique Rueda Pacheco, secretario general de la sección
de maestros, ha quedado como traidor y vendido con los gobiernos estatal
y federal. Han sido excepcionales los miembros del Comité Seccional
de la Sección 22 que se han mantenido en la lucha. La primera
evidencia y descalabro de esta dirección se dio el 14 de junio,
cuando la policía local intentó desalojar el plantón
en el centro de la ciudad capital.
Para
empezar, la dirección seccional, casi en pleno, huyó
con Rueda Pacheco a la cabeza, no así la base magisterial que
se reorganizó en todas las esquinas aledañas al centro,
y con el apoyo de colonos, comuneros y estudiantes contraatacó,
derrotando rotundamente a los cuerpos represivos.
La
dirección de la 22, después del medio día del
día mismo día 14 de junio se encerró a "analizar"
el asunto, para salir después de las seis de la tarde y dar
el toque de retirada, sin llamar ni siquiera a un mitin de información
o para reorganizar y alentar a las fuerzas. Así, con la cola
entre las patas, esta dirección buscó refugio en casas,
no en las escuelas, a donde se resguardó el grueso de las bases
magisteriales.
Aproximadamente
a la 1 de la mañana del día 15, la Secundaria no. 6
fue rodeada por la policía exigiendo la entrega de los genízaros
detenidos por los maestros durante la confrontación; nadie
de la dirección magisterial se encontraba y tampoco había
la suficiente organización para la defensa; así, los
compañeros de guardia debieron entregar a los policías
que tenían en rehenes con el compromiso de que al día
siguiente serían liberados los maestros detenidos.
De
aquí en adelante los rebases por la izquierda fueron una constante
para esta dirección timorata y cobarde, excepto en la maniobra
del 5 de julio en que, sin consulta a las bases, impusieron el primer
regreso a clases.
2
de julio: el PRI revela que es minoritario en Oaxaca
La
caída de el PRI en México se empezó a dar desde
aquel 2 de julio del 2000; algunas corrientes de izquierda consideraron
este hecho como irrelevante, sin embargo, rápidamente se empezaría
a mostrar que lo que había sido un coloso político se
desmoronaba a nivel nacional. En algunos estados de la República
perdería el poder político, como en Baja California,
Michoacán, Chiapas, Zacatecas, etc. Aunque ello no significó
su desaparición total, si dejó de tener el poder que
por más de 70 años conservó a sangre y fuego.
Oaxaca,
a pesar de sus luchas insurgentes en el siglo pasado, no había
podido quitarse el pesado fardo del priísmo que en los últimos
años se había atrincherado en la gobernación
y en los cacicazgos ubicados en las comunidades indígenas y
campesinas.
El
actual movimiento popular permitió que el llamado al voto castigo
contra el PRI y el PAN, impulsado por la dirección de la Sección
22 y la Coordinación de la APPO, fuera recogido por cientos
de miles de votantes oaxaqueños, logrando llevar a la mayoría
de los candidatos a diputados y senadores del PRD a un triunfo sin
el menor merecimiento. El partido tricolor obtuvo sólo el 27%
de la votación estatal, lo que lo evidenció como una
fuerza minoritaria.
A la derrota electoral del PRI se sumó la derrota de su política
represiva el 14 de junio; así, el descontento popular expresado
en cuatro multitudinarias manifestaciones en junio ofrecía
la gran oportunidad para hacer caer en el mes de julio de 2006 al
dictadorzuelo URO y a su pandilla.
Rueda
Pacheco y cía. impiden la huelga y el paro estatales
Inmediatamente después del 14 de junio y el 2 de julio, se
crearon las posibilidades de organizar una gran huelga y paro cívico
estatal. Las mega marchas que se realizaron en el primer mes, mostraron
la posibilidad real de tirar a URO con los métodos usuales
de la clase trabajadora: la huelga, el paro, la movilización
organizada y unitaria, para los que existía disposición
popular. Para ello, el POS-MAS elaboró una pequeña propuesta
para organizar una primera huelga y paro cívico para el día
7 de julio. Esta propuesta fue aprobada por la recién creada
APPO y por la Asamblea Estatal del Magisterio.
Lamentablemente
ya la dirección de la 22 encabezada por Rueda Pacheco, aliado
al grupo de interés PRAXIS-PRD-COCEI, estaba impulsando la
política de levantar la huelga magisterial y regresar a clases.
Así, aunque el PRI y URO se encontraban en la lona a razón
de la movilización popular y el golpe electoral, estos grupos
de interés decidieron, a través de una maniobra sucia
y antidemocrática, el regreso a clases para "terminar"
el ciclo escolar.
Por
su parte, las direcciones de las organizaciones integradas a la APPO,
ajenas a los métodos obreros de lucha, desdeñaron el
llamado a la huelga y el paro cívico, dejando pasar la oportunidad
de derrotar al gobierno de URO por medio de la movilización
de las masas que en ese momento se encontraban en el punto más
alto de la lucha.
Métodos
pequeño burgueses o métodos obreros
Las
acciones de lucha privilegiados por la Coordinación de la APPO,
han sido las mismas que por años ha utilizado el movimiento
magisterial: acciones espectaculares como la "toma" de bancos,
centros comerciales u oficinas públicas, acompañadas
de los desgastantes plantones. En el actual movimiento se utilizaron
también los cierres de calles y carreteras, así como
la clausura de oficinas gubernamentales como la Cámara de Diputados,
la de Finanzas, los Juzgados, la Procuraduría, la Casa de Gobierno,
etc.
Aunque
no dudamos que estas acciones generaron presión en el gobierno,
también ocasionaron un fuerte desgaste al movimiento. El mantener
la ocupación de gran cantidad de oficinas gubernamentales desgastó
y dispersó nuestras fuerzas; al mismo tiempo, estos espacios
fueron el blanco privilegiado de los sicarios.
Se
recurrió a los llamados "paros cívicos" declarativos
sin intentar en ningún momento organizarlos seriamente, o,
cuando se intentó realizarlos, en un caso, fue en base de tomar
oficinas de gobierno y desalojar a los trabajadores oficinistas, nunca
por medio de convencer a los mismos para que fuesen ellos quienes
cerraran sus centros de trabajo.
Nuestra
propuesta era que numerosas brigadas de maestros y de miembros de
la APPO se dirigieran hacia las fábricas, oficinas, hospitales,
otras escuelas públicas y privadas, a la refinería,
etcétera, a convencer a los trabajadores y asalariados de que
se sumaran al movimiento y pararan labores.
25
de noviembre: la provocación de URO y el gobierno federal
La
provocación del 25 de noviembre, cuando fueron encarcelados
más de 150 compañeros, pudo haberse evitado, y el haber
caído en ella es una clara evidencia de la incapacidad política
del ya entonces nombrado Consejo Estatal de la APPO (CE-APPO). La
provocación consistió en desatar un enfrentamiento con
la policía en condiciones desventajosas y en que los incendios
de edificios públicos y de hoteles le fueron achacados a la
APPO, lo que legitimó la represión policial. Ya desde
la marcha del 20 de ese mismo mes, se había evidenciado que
existían grupos de jóvenes que eran presa fácil
de las acciones de los provocadores; otros, que empezaban a comprender
el riesgo de las dinámicas de enfrentamiento con la policía,
fueron amenazados por los más radicales que consideraban una
cobardía el no enfrentarse a la Policía Federal Preventiva
(PFP).
Esta
dinámica vino subiendo de tono, ayudada principalmente por
las fuerzas represivas, paramilitares y porriles del desgobierno de
URO y en el mes de noviembre con la entrada violenta a Oaxaca de la
PFP. Las golpizas, detenciones y asesinatos exacerbaron los ánimos
en la población, así que era notorio tanto para nosotros
como para las bandas criminales de URO y del gobierno federal que
la posibilidad de montar una provocación era una realidad.
En
la reunión del Consejo Estatal de la APPO (CE-APPO) del día
24 de noviembre, se discutió el asunto con el suficiente tiempo
para poder adoptar una resolución que nos evitara caer en el
"cuatro" gubernamental, pero no fue así. Para empezar,
se informó de las pláticas y acuerdos que una comisión
de la APPO estaba teniendo con los mando de la PFP: dentro de las
propuestas que esta policía hacía, para evitar un enfrentamiento
en la marcha del día siguiente, era que ellos estaban dispuestos
a salir del Centro de la Ciudad y permitirnos, al término de
la marcha, realizar un mitin, inmediatamente después nosotros
regresaríamos a nuestro campamento en el Atrio de Santo Domingo,
y ellos, la PFP, volvería a tomar posiciones en la Plaza de
la Constitución y la Alameda.
La
otra propuesta era mantener el acuerdo del Congreso de la APPO: realizar
la marcha y al término de ésta hacer un cordón
humano por 48 horas alrededor del Centro Histórico y de la
PFP, para exigir su salida. Lo que se puso en discusión fue
si se aceptaba la propuesta de la PFP o manteníamos el acuerdo
tomado previamente.
La
intervención del concejal representante del Partido Obrero
Socialista en la APPO fue que no había condiciones para realizar
la propuesta del Congreso tal y como estaba planteada, que no podíamos
garantizar la seguridad de las y los compañeros que estuvieran
por 48 horas (día y noche) haciendo el cordón, y que
tampoco se aseguraba que hubiese el número de participantes
para realizar esta tarea. En cuanto a la propuesta de la PFP, dijimos
que no debíamos tener ninguna confianza en el gobierno federal
y por tanto deberíamos negarnos a tener un acuerdo con ellos,
y que la marcha se realizara y terminara en un mitin en Santo Domingo.
El
acuerdo fue no aceptar la propuesta de la PFP, pero se mantuvo el
de realizar la marcha conforme se había acordado en el Congreso,
y se nombró a una comisión de coordinación para
evaluar cada que fuese necesario la conveniencia de modificar la orientación
y las acciones de los contingentes de la marcha.
El
día 25 la provocación inicial partió de la PFP
y de los grupos del gobernador infiltrados en los contingentes. El
enfrentamiento rebasó todo cálculo e hizo inoperante
a la comisión coordinadora. El resultado; casi 150 detenidos,
mujeres, hombres y adolescentes, todos golpeados, en los días
siguientes razzias en colonias y comunidades y la amenaza de detener
a los miembros del CE-APPO.
En
la reunión de la CE-APPO del día 27, casi en la clandestinidad,
se intentó hacer un balance; en éste, algunas direcciones
de las organizaciones sociales intentaron quitarse responsabilidad
en la decisiones tomadas antes de la marcha del 25. Se señaló
e inquirió a los concejales que habían desatendido la
propuesta de la PFP, y se les trató de hacer ver como los responsables
de la represión. Es de entender que estos compañeros
aún creen que el gobierno federal llegó a Oaxaca a imponer
la paz y el orden y que no vino en apoyo de Ulises Ruiz, por ello
aún confían en los altos mandos de la PFP que verdaderamente
buscaban, como lo informó la comisión que con ellos
entabló pláticas, que les ayudáramos a irse de
Oaxaca, que ése era su deseo.
Un
dato que puede demostrar que el gobierno ve que el verdadero peligro
está en las bases del movimiento y no en su dirección,
es que la represión. De los aproximadamente 500 presos que
ha habido, sólo el 1 por ciento han sido dirigentes de organizaciones;
de los asesinados, todos han sido compañeros de base; la persecución
que actualmente se mantiene está dirigida hacía la base
de la APPO. ¿Por qué?
Direcciones
colaboracionistas
El
gran peligro para los dueños del dinero y sus gobiernos títeres
es que un movimiento rebase constantemente a sus direcciones, como
es el caso de la actual dirección de la Sección 22 del
magisterio oaxaqueño, y la Coordinación Provisional
de la APPO en su primera etapa, previa al Congreso de esta agrupación.
Es más que evidente que una buena parte de estos dirigentes
carecen de calidad moral y política, pues apenas iniciado el
movimiento, las denuncias de la población a través de
Radio UABJO estaban dirigidas en contra de varios de los integrantes
de la Coordinadora Provisional de la APPO.
El
desprestigio público de Rueda Pacheco es la muestra de la profunda
crisis política y organizativa que vive la Sección 22,
y en el mismo caso están Rosendo Ramírez y Miguel Ángel
Shultz, ambos ligados desde los años 70s. al equipo de Heliodoro
Díaz Escárraga, recientemente nombrado dirigente del
PRI en la entidad. Shultz también fue parte de equipo del ex
gobernador Carrasco Altamirano.
El
caso es que muchos de los dirigentes de organizaciones que son parte
del CE- APPO, han vivido desde hace ya muchos años de las negociaciones
en lo oscurito con los gobiernos estatales en turno, y en este movimiento
hacen lo imposible para estar presentes en las mesas de negociación.
Perspectivas
y tareas
Es
urgente realizar un balance político crítico del movimiento,
para valorar las experiencias más importantes, así como
para conocer y reconocer nuestros aciertos y errores. Se entiende
que la situación que actualmente atravesamos no permite realizar
esta actividad con todas las facilidades, pero es necesario que todas
las direcciones de las organizaciones nos comprometamos a aportar
a esta evaluación.
Necesitamos
valorar hasta dónde el Congreso Político realizado los
días 15 y 16 de octubre, nos permitió avanzar, pues,
como es de todos conocido, el Congreso se llevó a cabo apenas
un mes después de la Asamblea Estatal de los Pueblos de Oaxaca,
y en un periodo sumamente difícil para elaborar los documentos
básicos y mucho menos para abrir una discusión seria
con la base de las diferentes organizaciones, en la que la mayoría
de los sectores participantes del movimiento tuviesen participación.
La
premura y la falta de difusión y organización en las
comunidades, colonias, sindicatos, escuelas y demás sectores
de la población, impidió que el Congreso fuese lo más
representativo y que en el mismo se diesen irregularidades, algunas
de las cuales fueron dadas a conocer en la primera reunión
del CE-APPO.
Además,
se intentó, por parte de algunos dirigentes de organizaciones,
reproducir en la APPO los vicios propios de la Sección 22,
como lo son las prácticas antidemocráticas y que consisten,
entre otras, en los llamados "amarres" (acuerdos tras bambalinas)
con la finalidad de que unos cuantos mantengan el control de la dirección.
Afortunadamente, un sector mayoritario de los delegados se mostró
contrario a aceptar estos esquemas burocráticos e impulsó
una representación más democrática, consistente
en que todas las organizaciones que han estado participando en el
movimiento estuviesen representadas en el CE-APPO.
El
carácter de la APPO sigue siendo el de un gran frente de organizaciones,
el avance que existe a partir del Congreso, es que ya no solamente
nos unifica la caída de Ulises Ruiz, porque ahora tenemos un
programa político, principios y métodos elementales
que, a pesar de que están a discusión, han sido un gran
paso adelante.
Por
ello es fundamental estudiar, analizar y rediscutir los resolutivos
del Congreso.
Consecuencias
de la represión del 25 de noviembre
Resultado
de nuestros fallos como CE-APPO, ahora nuevamente tenemos que remar
contracorriente. Aun en estas condiciones, la mejor terapia, está
siendo el salir nuevamente a las calles y demostrarnos que el pueblo
continúa dispuesto a seguir luchando. Además, diferentes
organizaciones y sectores de algunos estados de la República
se empiezan a movilizar, no sólo en apoyo a nuestro movimiento,
sino también con la finalidad de darle cuerpo y vida a la conformación
de una gran Asamblea Nacional de los Pueblos de México que,
al igual que en Oaxaca, no sólo represente a las organizaciones,
sino fundamentalmente a los pueblos y a todos los sectores de trabajadores
que conforman el motor de la producción en nuestro país.
En
el terreno internacional se está desarrollando un movimiento
de solidaridad. Desde 1992, con el desarrollo de la "Campaña
de los 500 años de resistencia indígena, negra y popular",
que permitió una relación más estrecha entre
los pueblos de América y el mundo, pasando por la importante
insurrección indígena de nuestros hermanos en Chiapas
de 1994, y posteriormente el gran movimiento globalifóbico
que ha intentado organizarse a través del Foro Social Mundial,
hoy la lucha popular en Oaxaca encuentra una mayor respuesta organizada
de otros pueblos.
Es
necesario traspasar las fronteras para continuar el debate sobre la
urgente tarea de enfrentar los planes de saqueo y destrucción
del neoliberalismo. En el desarrollo de esta discusión deberemos
encontrar los acuerdos que nos permitan poner en práctica una
estrategia para accionar, también en forma global, con el objetivo
de contrarrestar las acciones del imperialismo.
La
tarea inmediata es lograr la liberación de todos nuestros compañeros
presos, así como cerrarle el paso a la represión y detener
la persecución que aún continúa en contra de
las bases de la APPO.
Lo
más importante es construir una dirección que represente
genuinamente los intereses del pueblo más pobre de la entidad.
En esa tarea vital, estamos empeñados los militantes del Partido
Obrero Socialista (ahora MAS).
*Miembro
del Consejo Estatal de la APPO y del Comité Central del POS