El papel de los dirigentes de la APPO y el magisterio
Manuel Gómez*

Pluma No. 5 - Invierno 2006

Sobre el conflicto oaxaqueño se han escrito incontables historias, crónicas de las refriegas callejeras con los policías, manifiestos, análisis políticos variopintos, acendradas críticas, canciones épicas, apasionadas apologías, etc.
Dentro de esta montaña de tinta y papel, pocos se detienen a intentar explicar el por qué un movimiento con la fortaleza que ha mostrado éste, no ha logrado, hasta ahora, derribar a un gobierno débil como el de Ulises Ruiz Ortiz (URO). El misterio está en la dirección del movimiento.

Propuesta de un debate
Algunos medios y en particular algunos analistas ligados al gobierno han intentado analizar los antecedentes de las direcciones de las organizaciones integradas a la APPO. Lamentablemente, las críticas de estas plumas, más que ayudar a clarificar el asunto lo han vuelto más turbio, pues estos "periodistas", ligados a los aparatos de gobierno, no tienen ninguna calidad moral. Por otra parte, están quienes escriben bajo el prejuicio de que, criticar a quienes hoy aparecen como los voceros del pueblo es darle armas al gobierno; o de que una actitud crítica puede parecer en este momento divisionista o hasta oportunista. Así, para no meterse en broncas -piensan- es mejor nadar en la superficie que sumergirse en aguas profundas.

Para nosotros, militantes del Partido Obrero Socialista-Movimiento al Socialismo, lo anterior es un obstáculo para hacer claridad sobre lo que sucede en el movimiento y las perspectivas del mismo. Se debe explicar a fondo el por qué no se ha logrado tirar al dictadorzuelo URO, y para ello debe comprenderse el papel de las direcciones pequeño burguesas u oportunistas, que siempre han jugado un papel negativo en los movimientos (ver artículo en páginas xx y ww).

Exhortamos a todos a debatir con nuestros análisis y propuestas, con la finalidad de fortalecer los movimientos políticos-sociales por medio de la crítica, la autocrítica y el debate abierto, respetuoso y constructivo.

La creación de la APPO

La conformación formal de la APPO se realizó el 20 de junio de 2006, como respuesta al fallido intento del gobierno de URO de desalojar con la policía el plantón magisterial ocurrido cinco días antes. Se contó con la participación de 365 representaciones de organizaciones populares, sindicales, campesinas, indígenas, estudiantiles, ONGs y políticas.

Se propuso nombrar una coordinadora provisional y comisiones de trabajo. Finalmente la coordinación quedaría integrada por 36 miembros. La elección de los miembros de la coordinadora fue geográfico y nada político, pues se dividió la asamblea por regiones y en cada una se nombraría a tres representantes. En la región de Valles Centrales la designación se hizo mediante un sorteo.

Llama la atención que para el nombramiento de una coordinación política, no se hayan adoptado criterios políticos. En la primera reunión de este organismo directivo apenas se reunieron la mitad de sus miembros, y ésa fue la constante.

Las comisiones de trabajo nunca lograron funcionar regularmente, excepción hecha de la Comisión Jurídica; algunas de plano nunca funcionaron, como la de finanzas, que recién se regularizó en el mes de noviembre. De los recursos captados desde junio nunca se supo.

Cualquiera que haya visto el movimiento desde afuera, poco crédito podría darle a estás palabras, pues las enormes movilizaciones, el boicot a la Guelaguetza, las tomas de las radios, las barricadas, etc., mostraban una gran organización popular. Y ésta fue un hecho, aunque escapó al control de la dirección formal.

Características del movimiento del 2006

Una de las características más destacadas en el actual movimiento han sido los constantes rebases de las bases a sus dirigentes. Uno de ellos, Enrique Rueda Pacheco, secretario general de la sección de maestros, ha quedado como traidor y vendido con los gobiernos estatal y federal. Han sido excepcionales los miembros del Comité Seccional de la Sección 22 que se han mantenido en la lucha. La primera evidencia y descalabro de esta dirección se dio el 14 de junio, cuando la policía local intentó desalojar el plantón en el centro de la ciudad capital.

Para empezar, la dirección seccional, casi en pleno, huyó con Rueda Pacheco a la cabeza, no así la base magisterial que se reorganizó en todas las esquinas aledañas al centro, y con el apoyo de colonos, comuneros y estudiantes contraatacó, derrotando rotundamente a los cuerpos represivos.

La dirección de la 22, después del medio día del día mismo día 14 de junio se encerró a "analizar" el asunto, para salir después de las seis de la tarde y dar el toque de retirada, sin llamar ni siquiera a un mitin de información o para reorganizar y alentar a las fuerzas. Así, con la cola entre las patas, esta dirección buscó refugio en casas, no en las escuelas, a donde se resguardó el grueso de las bases magisteriales.

Aproximadamente a la 1 de la mañana del día 15, la Secundaria no. 6 fue rodeada por la policía exigiendo la entrega de los genízaros detenidos por los maestros durante la confrontación; nadie de la dirección magisterial se encontraba y tampoco había la suficiente organización para la defensa; así, los compañeros de guardia debieron entregar a los policías que tenían en rehenes con el compromiso de que al día siguiente serían liberados los maestros detenidos.

De aquí en adelante los rebases por la izquierda fueron una constante para esta dirección timorata y cobarde, excepto en la maniobra del 5 de julio en que, sin consulta a las bases, impusieron el primer regreso a clases.

2 de julio: el PRI revela que es minoritario en Oaxaca

La caída de el PRI en México se empezó a dar desde aquel 2 de julio del 2000; algunas corrientes de izquierda consideraron este hecho como irrelevante, sin embargo, rápidamente se empezaría a mostrar que lo que había sido un coloso político se desmoronaba a nivel nacional. En algunos estados de la República perdería el poder político, como en Baja California, Michoacán, Chiapas, Zacatecas, etc. Aunque ello no significó su desaparición total, si dejó de tener el poder que por más de 70 años conservó a sangre y fuego.

Oaxaca, a pesar de sus luchas insurgentes en el siglo pasado, no había podido quitarse el pesado fardo del priísmo que en los últimos años se había atrincherado en la gobernación y en los cacicazgos ubicados en las comunidades indígenas y campesinas.

El actual movimiento popular permitió que el llamado al voto castigo contra el PRI y el PAN, impulsado por la dirección de la Sección 22 y la Coordinación de la APPO, fuera recogido por cientos de miles de votantes oaxaqueños, logrando llevar a la mayoría de los candidatos a diputados y senadores del PRD a un triunfo sin el menor merecimiento. El partido tricolor obtuvo sólo el 27% de la votación estatal, lo que lo evidenció como una fuerza minoritaria.
A la derrota electoral del PRI se sumó la derrota de su política represiva el 14 de junio; así, el descontento popular expresado en cuatro multitudinarias manifestaciones en junio ofrecía la gran oportunidad para hacer caer en el mes de julio de 2006 al dictadorzuelo URO y a su pandilla.

Rueda Pacheco y cía. impiden la huelga y el paro estatales
Inmediatamente después del 14 de junio y el 2 de julio, se crearon las posibilidades de organizar una gran huelga y paro cívico estatal. Las mega marchas que se realizaron en el primer mes, mostraron la posibilidad real de tirar a URO con los métodos usuales de la clase trabajadora: la huelga, el paro, la movilización organizada y unitaria, para los que existía disposición popular. Para ello, el POS-MAS elaboró una pequeña propuesta para organizar una primera huelga y paro cívico para el día 7 de julio. Esta propuesta fue aprobada por la recién creada APPO y por la Asamblea Estatal del Magisterio.

Lamentablemente ya la dirección de la 22 encabezada por Rueda Pacheco, aliado al grupo de interés PRAXIS-PRD-COCEI, estaba impulsando la política de levantar la huelga magisterial y regresar a clases. Así, aunque el PRI y URO se encontraban en la lona a razón de la movilización popular y el golpe electoral, estos grupos de interés decidieron, a través de una maniobra sucia y antidemocrática, el regreso a clases para "terminar" el ciclo escolar.

Por su parte, las direcciones de las organizaciones integradas a la APPO, ajenas a los métodos obreros de lucha, desdeñaron el llamado a la huelga y el paro cívico, dejando pasar la oportunidad de derrotar al gobierno de URO por medio de la movilización de las masas que en ese momento se encontraban en el punto más alto de la lucha.

Métodos pequeño burgueses o métodos obreros

Las acciones de lucha privilegiados por la Coordinación de la APPO, han sido las mismas que por años ha utilizado el movimiento magisterial: acciones espectaculares como la "toma" de bancos, centros comerciales u oficinas públicas, acompañadas de los desgastantes plantones. En el actual movimiento se utilizaron también los cierres de calles y carreteras, así como la clausura de oficinas gubernamentales como la Cámara de Diputados, la de Finanzas, los Juzgados, la Procuraduría, la Casa de Gobierno, etc.

Aunque no dudamos que estas acciones generaron presión en el gobierno, también ocasionaron un fuerte desgaste al movimiento. El mantener la ocupación de gran cantidad de oficinas gubernamentales desgastó y dispersó nuestras fuerzas; al mismo tiempo, estos espacios fueron el blanco privilegiado de los sicarios.

Se recurrió a los llamados "paros cívicos" declarativos sin intentar en ningún momento organizarlos seriamente, o, cuando se intentó realizarlos, en un caso, fue en base de tomar oficinas de gobierno y desalojar a los trabajadores oficinistas, nunca por medio de convencer a los mismos para que fuesen ellos quienes cerraran sus centros de trabajo.

Nuestra propuesta era que numerosas brigadas de maestros y de miembros de la APPO se dirigieran hacia las fábricas, oficinas, hospitales, otras escuelas públicas y privadas, a la refinería, etcétera, a convencer a los trabajadores y asalariados de que se sumaran al movimiento y pararan labores.

25 de noviembre: la provocación de URO y el gobierno federal

La provocación del 25 de noviembre, cuando fueron encarcelados más de 150 compañeros, pudo haberse evitado, y el haber caído en ella es una clara evidencia de la incapacidad política del ya entonces nombrado Consejo Estatal de la APPO (CE-APPO). La provocación consistió en desatar un enfrentamiento con la policía en condiciones desventajosas y en que los incendios de edificios públicos y de hoteles le fueron achacados a la APPO, lo que legitimó la represión policial. Ya desde la marcha del 20 de ese mismo mes, se había evidenciado que existían grupos de jóvenes que eran presa fácil de las acciones de los provocadores; otros, que empezaban a comprender el riesgo de las dinámicas de enfrentamiento con la policía, fueron amenazados por los más radicales que consideraban una cobardía el no enfrentarse a la Policía Federal Preventiva (PFP).

Esta dinámica vino subiendo de tono, ayudada principalmente por las fuerzas represivas, paramilitares y porriles del desgobierno de URO y en el mes de noviembre con la entrada violenta a Oaxaca de la PFP. Las golpizas, detenciones y asesinatos exacerbaron los ánimos en la población, así que era notorio tanto para nosotros como para las bandas criminales de URO y del gobierno federal que la posibilidad de montar una provocación era una realidad.

En la reunión del Consejo Estatal de la APPO (CE-APPO) del día 24 de noviembre, se discutió el asunto con el suficiente tiempo para poder adoptar una resolución que nos evitara caer en el "cuatro" gubernamental, pero no fue así. Para empezar, se informó de las pláticas y acuerdos que una comisión de la APPO estaba teniendo con los mando de la PFP: dentro de las propuestas que esta policía hacía, para evitar un enfrentamiento en la marcha del día siguiente, era que ellos estaban dispuestos a salir del Centro de la Ciudad y permitirnos, al término de la marcha, realizar un mitin, inmediatamente después nosotros regresaríamos a nuestro campamento en el Atrio de Santo Domingo, y ellos, la PFP, volvería a tomar posiciones en la Plaza de la Constitución y la Alameda.

La otra propuesta era mantener el acuerdo del Congreso de la APPO: realizar la marcha y al término de ésta hacer un cordón humano por 48 horas alrededor del Centro Histórico y de la PFP, para exigir su salida. Lo que se puso en discusión fue si se aceptaba la propuesta de la PFP o manteníamos el acuerdo tomado previamente.

La intervención del concejal representante del Partido Obrero Socialista en la APPO fue que no había condiciones para realizar la propuesta del Congreso tal y como estaba planteada, que no podíamos garantizar la seguridad de las y los compañeros que estuvieran por 48 horas (día y noche) haciendo el cordón, y que tampoco se aseguraba que hubiese el número de participantes para realizar esta tarea. En cuanto a la propuesta de la PFP, dijimos que no debíamos tener ninguna confianza en el gobierno federal y por tanto deberíamos negarnos a tener un acuerdo con ellos, y que la marcha se realizara y terminara en un mitin en Santo Domingo.

El acuerdo fue no aceptar la propuesta de la PFP, pero se mantuvo el de realizar la marcha conforme se había acordado en el Congreso, y se nombró a una comisión de coordinación para evaluar cada que fuese necesario la conveniencia de modificar la orientación y las acciones de los contingentes de la marcha.

El día 25 la provocación inicial partió de la PFP y de los grupos del gobernador infiltrados en los contingentes. El enfrentamiento rebasó todo cálculo e hizo inoperante a la comisión coordinadora. El resultado; casi 150 detenidos, mujeres, hombres y adolescentes, todos golpeados, en los días siguientes razzias en colonias y comunidades y la amenaza de detener a los miembros del CE-APPO.

En la reunión de la CE-APPO del día 27, casi en la clandestinidad, se intentó hacer un balance; en éste, algunas direcciones de las organizaciones sociales intentaron quitarse responsabilidad en la decisiones tomadas antes de la marcha del 25. Se señaló e inquirió a los concejales que habían desatendido la propuesta de la PFP, y se les trató de hacer ver como los responsables de la represión. Es de entender que estos compañeros aún creen que el gobierno federal llegó a Oaxaca a imponer la paz y el orden y que no vino en apoyo de Ulises Ruiz, por ello aún confían en los altos mandos de la PFP que verdaderamente buscaban, como lo informó la comisión que con ellos entabló pláticas, que les ayudáramos a irse de Oaxaca, que ése era su deseo.

Un dato que puede demostrar que el gobierno ve que el verdadero peligro está en las bases del movimiento y no en su dirección, es que la represión. De los aproximadamente 500 presos que ha habido, sólo el 1 por ciento han sido dirigentes de organizaciones; de los asesinados, todos han sido compañeros de base; la persecución que actualmente se mantiene está dirigida hacía la base de la APPO. ¿Por qué?

Direcciones colaboracionistas

El gran peligro para los dueños del dinero y sus gobiernos títeres es que un movimiento rebase constantemente a sus direcciones, como es el caso de la actual dirección de la Sección 22 del magisterio oaxaqueño, y la Coordinación Provisional de la APPO en su primera etapa, previa al Congreso de esta agrupación. Es más que evidente que una buena parte de estos dirigentes carecen de calidad moral y política, pues apenas iniciado el movimiento, las denuncias de la población a través de Radio UABJO estaban dirigidas en contra de varios de los integrantes de la Coordinadora Provisional de la APPO.

El desprestigio público de Rueda Pacheco es la muestra de la profunda crisis política y organizativa que vive la Sección 22, y en el mismo caso están Rosendo Ramírez y Miguel Ángel Shultz, ambos ligados desde los años 70s. al equipo de Heliodoro Díaz Escárraga, recientemente nombrado dirigente del PRI en la entidad. Shultz también fue parte de equipo del ex gobernador Carrasco Altamirano.

El caso es que muchos de los dirigentes de organizaciones que son parte del CE- APPO, han vivido desde hace ya muchos años de las negociaciones en lo oscurito con los gobiernos estatales en turno, y en este movimiento hacen lo imposible para estar presentes en las mesas de negociación.

Perspectivas y tareas

Es urgente realizar un balance político crítico del movimiento, para valorar las experiencias más importantes, así como para conocer y reconocer nuestros aciertos y errores. Se entiende que la situación que actualmente atravesamos no permite realizar esta actividad con todas las facilidades, pero es necesario que todas las direcciones de las organizaciones nos comprometamos a aportar a esta evaluación.

Necesitamos valorar hasta dónde el Congreso Político realizado los días 15 y 16 de octubre, nos permitió avanzar, pues, como es de todos conocido, el Congreso se llevó a cabo apenas un mes después de la Asamblea Estatal de los Pueblos de Oaxaca, y en un periodo sumamente difícil para elaborar los documentos básicos y mucho menos para abrir una discusión seria con la base de las diferentes organizaciones, en la que la mayoría de los sectores participantes del movimiento tuviesen participación.

La premura y la falta de difusión y organización en las comunidades, colonias, sindicatos, escuelas y demás sectores de la población, impidió que el Congreso fuese lo más representativo y que en el mismo se diesen irregularidades, algunas de las cuales fueron dadas a conocer en la primera reunión del CE-APPO.

Además, se intentó, por parte de algunos dirigentes de organizaciones, reproducir en la APPO los vicios propios de la Sección 22, como lo son las prácticas antidemocráticas y que consisten, entre otras, en los llamados "amarres" (acuerdos tras bambalinas) con la finalidad de que unos cuantos mantengan el control de la dirección. Afortunadamente, un sector mayoritario de los delegados se mostró contrario a aceptar estos esquemas burocráticos e impulsó una representación más democrática, consistente en que todas las organizaciones que han estado participando en el movimiento estuviesen representadas en el CE-APPO.

El carácter de la APPO sigue siendo el de un gran frente de organizaciones, el avance que existe a partir del Congreso, es que ya no solamente nos unifica la caída de Ulises Ruiz, porque ahora tenemos un programa político, principios y métodos elementales que, a pesar de que están a discusión, han sido un gran paso adelante.

Por ello es fundamental estudiar, analizar y rediscutir los resolutivos del Congreso.

Consecuencias de la represión del 25 de noviembre

Resultado de nuestros fallos como CE-APPO, ahora nuevamente tenemos que remar contracorriente. Aun en estas condiciones, la mejor terapia, está siendo el salir nuevamente a las calles y demostrarnos que el pueblo continúa dispuesto a seguir luchando. Además, diferentes organizaciones y sectores de algunos estados de la República se empiezan a movilizar, no sólo en apoyo a nuestro movimiento, sino también con la finalidad de darle cuerpo y vida a la conformación de una gran Asamblea Nacional de los Pueblos de México que, al igual que en Oaxaca, no sólo represente a las organizaciones, sino fundamentalmente a los pueblos y a todos los sectores de trabajadores que conforman el motor de la producción en nuestro país.

En el terreno internacional se está desarrollando un movimiento de solidaridad. Desde 1992, con el desarrollo de la "Campaña de los 500 años de resistencia indígena, negra y popular", que permitió una relación más estrecha entre los pueblos de América y el mundo, pasando por la importante insurrección indígena de nuestros hermanos en Chiapas de 1994, y posteriormente el gran movimiento globalifóbico que ha intentado organizarse a través del Foro Social Mundial, hoy la lucha popular en Oaxaca encuentra una mayor respuesta organizada de otros pueblos.

Es necesario traspasar las fronteras para continuar el debate sobre la urgente tarea de enfrentar los planes de saqueo y destrucción del neoliberalismo. En el desarrollo de esta discusión deberemos encontrar los acuerdos que nos permitan poner en práctica una estrategia para accionar, también en forma global, con el objetivo de contrarrestar las acciones del imperialismo.

La tarea inmediata es lograr la liberación de todos nuestros compañeros presos, así como cerrarle el paso a la represión y detener la persecución que aún continúa en contra de las bases de la APPO.

Lo más importante es construir una dirección que represente genuinamente los intereses del pueblo más pobre de la entidad. En esa tarea vital, estamos empeñados los militantes del Partido Obrero Socialista (ahora MAS).

*Miembro del Consejo Estatal de la APPO y del Comité Central del POS