¡Por una campaña internacional  en defensa de  Palestina!

Esta joven de 23 años, Rachel Carrie, estudiante de la universidad de Olimpia, en Washigton, fue asesinada el 15 de marzo de 2003 en Gaza, aplastada por un bulldozer que fue lanzado contra la casa de una familia palestina.

Israel, Estado gendarme de EU en el Medio Oriente, tiene por costumbre castigar a los palestinos destruyendo sus casas. Rachel, militante pacifista, intentó bloquear con su cuerpo a la excavadora, que no se detuvo y la aplastó.
Este hecho represivo es apenas ilustrativo de la tremenda violencia que utiliza todos los días Israel contra los palestinos.

La última ofensiva, una de las más sangrientas, fue perpetrada con misil en contra de un grupo de niños que jugaba futból. Cuatro de ellos, murieron. Sólo este año Israel ha asesinado a unos 150 ciudadanos palestinos.
Israel está en guerra contra los palestinos desde hace décadas, desde que se creó ese Estado sobre las ruinas de Palestina y de la sangrienta expulsión de sus legítimos moradores. (ver artículo en páginas interiores).

En estos meses los crímenes de guerra israelíes han recrudecido. El líder israelita Ehud Barak ha cortado el suministro de electricidad a Gaza y apenas permite la entrada en pequeñas cantidades de alimentos y medicinas. Sus tropas destruyen los pozos de agua dulce de los palestinos, asemejando mucho las condiciones de la franja de Gaza a las vividas en los campos de concentración nazi. Estas acciones son apoyadas directamente por Estados Unidos y han sido posibles porque en los últimos años la comunidad internacional ha dejado de presionar al gobierno israelí, es más, en realidad ha pasado a ayudarle.

En Gaza, Palestina, se juega mucho del destino de los trabajadores de todo el mundo. Gaza es la primera línea de la resistencia a la ofensiva de los imperialistas norteamericanos y europeos. Si Gaza capitula, Washington y Tel Aviv se sentirán con las manos libres para lanzar un segundo ataque contra el Líbano y para reforzar su ocupación en Irak. Saben bien que Gaza, el Líbano, Siria, Iraq y Afganistán son diferentes batallas de una misma guerra, y están concentrando sus fuerzas para conseguir que el pueblo de Gaza se rinda. Los palestinos están luchando no sólo por sus propios derechos y dignidad, sino por la libertad de todos los pueblos del mundo; están resistiendo frente a los dirigentes unidos del Imperio y su intento de transformar en esclavos a los pueblos de nuestro planeta, incluyendo las clases trabajadoras de las metrópolis industrializadas.

Los trabajadores tenemos el deber de la solidaridad total con la Resistencia de Gaza. Debemos exigir un bloqueo contra Israel mientras no se levante el bloqueo contra Gaza. Los trabajadores debemos exigir que nuestros gobiernos rompan relaciones con el Estado criminal de Israel.