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El desarrollo del poder obrero y popularBalance de sus errores y limitaciones Unas palabras más, para los adversarios de los socialistas. Con muecas de alegría maligna siguen nuestras discusiones; procurarán, naturalmente, entresacar para sus fines algunos pasajes aislados de mi folleto, consagrado a los defectos y deficiencias de nuestro Partido. Los socialistas están ya lo bastante fogueados en el combate para no dejarse turbar por semejantes alfilerazos y para continuar, pese a ellos, su labor de autocrítica, poniendo despiadadamente al descubierto sus propias deficiencias, que de un modo necesario e inevitable serán enmendadas por el desarrollo del movimiento obrero. Lenin Mayo de 1904 La otra deficiencia del Partido Obrero Socialista (hoy MAS) fue no haber tenido una política más concreta para desarrollar el poder obrero y popular . Por ejemplo:
División en las filas insurgentes El surgimiento de la APPO fue un golpe para el gobierno pero también para los líderes traidores de la sección 22, que hicieron todo lo posible por no perder el control de la situación a través de su influencia en el sindicato magisterial. Hubo así en ocasiones una división en las filas insurgentes: por un lado actuaba la APPO; por otro, la sección 22. Era importante contar con una dirección o comando único , que dirigiera y coordinara todas las acciones. El poder del pueblo debe respetar la dignidad de las personas No reivindicamos las golpizas y humillaciones que se les propinaron a los raterillos que fueron detenidos y apresados por la APPO. Es intrascendente saber si eso fue la expresión de un poder diferente al de la burguesía; aun en ese caso los socialistas estamos por el respeto a la dignidad de las personas, aunque sean ladrones que se hayan robado una billetera. Estas manifestaciones propias de corrientes stalinistas, además, le restaron simpatías al movimiento frente a sectores de trabajadores. Saber luchar también en los medios nacionales A diferencia de Chiapas 1994 y de la caravana del sub comandante insurgente Marcos al DF en el año 2000, Oaxaca 2006 no ganó la misma simpatía nacional. Tampoco era simpático URO para la opinión pública, pero los medios y la contrarrevolución lograron que no se volcara una corriente masiva de simpatía hacia la insurrección y que, al parecer, la mayoría de la opinión pública nacional no viera con buenos ojos lo que allá pasaba. Estamos en un mundo en el que los medios de comunicación han adquirido una importancia enorme y es necesario que los revolucionarios y los luchadores sociales tengamos política hacia ellos. Ya hemos dicho lo que perdió el movimiento al someter a torturas, heridas y vejaciones a los delincuentes que capturaba; habría que pensar en otras medidas que hubiesen traído simpatías, como, por ejemplo, la limpieza diaria de las áreas en las que se instalaron los plantones en el Centro Histórico, la organización sistemática de actividades artísticas y culturales para el pueblo, la atención médica a los sectores populares a través del personal de Salubridad que apoyó el movimiento, etcétera. Se careció de una organización nacional que apoyara A nivel nacional no hubo una organización que organizara la solidaridad con Oaxaca y que difundiera a la población trabajadora lo que allá ocurría. Como sabemos, esto no lo iba a hacer nunca el PRD, lamentablemente no lo hizo “la otra campaña” que encabezaba el compañero Marcos y el EZLN, y nuestra pequeñez nos imposibilitó hacerlo.
La solidaridad internacionalEs necesario reconocer el importante papel que jugó –y juega- la solidaridad internacional hacia el movimiento en Oaxaca, a pesar de que algunos dirigentes nunca tuvieron claridad sobre ésta. A pesar de las insistentes propuestas que los militantes del POS hicimos para la realización del Primer Foro de Solidaridad Nacional e Internacional , éste pudo realizarse hasta el día 14 de octubre del 2006, después de haberse pospuesto. Una de las razones de esta resistencia también respondía a que la propuesta venía del Partido Obrero Socialista, y las direcciones conciliadoras trataron siempre de descalificar nuestras iniciativas. Numerosas compañeras y compañeros participaron del Primer Foro de Solidaridad Nacional e Internacional, que se realizó con buenos resultados, puesto que se fortaleció el apoyo desde otros estados y más allá de nuestras fronteras y se impulsó el debate sobre cómo enfrentar los planes de saqueo y destrucción de las riquezas naturales y energéticas de los pueblos. En los momentos más difíciles, después de la brutal represión del 25 de noviembre, fue la solidaridad internacional y también nacional la que logró que los gobiernos frenaran sus acciones represivas. Aún en días recientes se continúan realizando acciones solidarias que muestran la importancia que para otros pueblos tiene el movimiento oaxaqueño.
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