Pluma No. 8 -Otoño de 2007

2. Balance

La Iglesia también también crujió ante la insurrección

Fue tal la potencia de la insurrección que la Iglesia católica se vio estremecida y se dividió todavía más. El alto clero se vio fuertemente cuestionado por los sectores populares en movimiento y quedó en evidencia que sus intereses son los mismos que los del gobierno. Otro sector, el bajo clero, simpatizó y ayudó al pueblo en lucha.

La muerte del arzobispo Bartolomé Carrasco Briseño en 1999, significó un alivio para el Vaticano, pues este personaje estaba ligado a la llamada “teología de la liberación”, y era sensible a las causas populares. Tras su fallecimiento, nombró en su lugar a un miembro del ala reaccionaria de la iglesia, al actual arzobispo José Luis Chávez Botello.

Durante el movimiento se manifestaron claramente dos posiciones dentro de esta institución: por un lado, los curas progresistas que apoyaron al pueblo con comida, atención médica y lugares de reunión, y cuyas misas terminaban siendo actos políticos.

A propuesta del obispo Samuel Ruiz, algunas organizaciones de la APPO propusieron crear una comisión de mediadores para buscar una salida al conflicto, y para integrarla se propuso al padre Ubi; sin embargo, la posición de ambas corrientes de la iglesia al interior de esta comisión fue oportunista, porque siempre reconocieron a URO como gobernador. Así, la Comisión de Intermediación y Concordia, en la que estuvo el pintor Francisco Toledo con la misma posición, fue negativa par el pueblo.

El arzobispo José Luis Botello siempre tuvo una posición pro gubernamental, lo que le ganó el rechazo de gran parte de la población; aún ahora, sus discursos a favor de la justicia no logran darle credibilidad. En contraste, el sector de curas que manifestaron simpatía con el movimiento popular, reafirmó el reconocimiento de un importante sector de la grey religiosa.

Entre la lista de curas “progresistas” es necesario eliminar al cura Arturo Lona Reyes, miembro destacado de la teología de la liberación, quien en años anteriores ganó celebridad por organizar a los productores de café en la región del Istmo. En esta ocasión llamó la atención su completo silencio y el de su organización Tepeyac en defensa de los derechos humanos, ante las violaciones y asesinatos contra el pueblo oaxaqueño en movimiento. Es que el gobierno de URO le otorga apoyo a organizaciones productoras e importadoras de café, como a la UCIRI, uno de los proyectos sociales del mencionado cura.

 Curas en retroceso

 Uno de los mayores problemas de la Iglesia católica latinoamericana es la pérdida de fieles. Según una estadística del CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano), 10 mil personas por día la abandonan. El catolicismo perdió en la segunda mitad del siglo pasado el 20 por ciento de los fieles , fundamentalmente a manos de los cultos evangélicos. Mientras que un 5 por ciento se hizo agnóstico o ateo. “La Iglesia Católica está perdiendo el monopolio religioso en América latina”, según el sociólogo Luis Pérez Guadalupe.

La escasez de vocaciones religiosas también se agudiza. Ya que mientras la población creció un 77%, la cantidad de sacerdotes subió sólo el 44%, ya en un contexto de carencia crónica. Las comparaciones son concluyentes: Europa, con el 25% de los fieles católicos del mundo, tiene el 50% de los sacerdotes, en tanto que América latina, con el 42,6% de fieles, tiene el 16% de los sacerdotes. [1]

Atrás del retroceso de la Iglesia está el incremento de la pobreza y la desigualdad social, y el avance de la conciencia de sectores de la población. La Iglesia tiene muchos siglos de estar con los más poderosos y de oponerse al progreso científico.

Según estudios de la misma Iglesia y de la CEPAL, el 40% de la población (209 millones ) son pobres . Y el 15,4% (81 millones), indigentes. Empero, “lo más grave es la desigualdad”, dijo uno de los obispos. Señaló que mientras en Noruega —el país con mayor desarrollo social— el 10% de la población más rica se queda con el 25,8 de la riqueza, en Brasil, el 10% más poderoso concentra más del 50%. Añadió que esto demuestra que “el mercado no distribuye riqueza”.

El Papa Benedicto XVI reconoció en el santuario de Aparecida, Brasil, en mayo de este año, “un cierto debilitamiento de la vida cristiana en la sociedad y de la propia pertenencia a la Iglesia católica” en América Latina. Con todo, el cardenal brasileño Claudio Hummes aclaró durante la V Conferencia General de Obispos de América Latina y el Caribe, que para retener fieles la Iglesia no renunciará a la “defensa de ciertos valores” e insistirá, por caso, en su oposición al aborto.


1 Los datos y declaraciones han sido tomados de una entrevista de BBCMundo.com con el especialista en temas religiosos, Bernardo Barranco, el día 3/05/07; y del diario argentino Clarín, de la cobertura hecha por Sergio Rubín a la V Conferencia de Obispos, en Aparecida, Brasil, los días 9 al 11 de mayo de 2007.

 

 

Contenido

Presentación

1. El contexto internacional de la sublevación oaxaqueña de 2006

 

2. Balance

Ulises vapuleado y contra las cuerdas

Por qué no cayó el gobernador

Las responsabilidades por la derrota de la insurrección

La desunión del magisterio y los padres de familia

La iglesia también crujió ante la insurrección

URO le copió a Hitler tácticas contra insurgentes

URO no hubiese soportado una huelga estatal

El desarrollo del poder obrero y popular

Un debate fraterno con los anarquistas

 

3. La situación actual

El movimiento se recupera y podría pasar a la ofensiva

El más fuerte apoyo a URO viene del gobierno federal

Tres historias istmeñas de la insurrección

Lázaro Cárdenas B. y el PRD-COCEI colaboran con URO

Calderón ama más a Elba que a Margarita

 

4. Perspectivas

Perspectivas y alternativas

El arte y los movimientos populares

 

Internacional

Chávez la democracia socialista

¡Detengamos la ejecución de Mumia Abu-Jamal!

Habrá de repetirse la insurrección, para terminar con la victoria

Álbum de fotos

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