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Presentación
Los obreros conscientes empeñan todas sus fuerzas en ayudar a comprender claramente por qué fue aplastada la primera insurrección campesina (1902) y qué es lo que hay que hacer para que la victoria sea de los campesinos y los obreros. Vladimir Ilich Lenin, 1903
El movimiento insurreccional en Oaxaca del año 2006 es sin duda uno de los acontecimientos más importantes en la historia reciente de México. Es tan significativo como el levantamiento armado de los campesinos e indígenas del EZLN en 1994. Es parte de una larga resistencia y lucha del pueblo mexicano contra la antidemocracia imperante y por justicia social, que hunde sus raíces en el movimiento ferrocarrilero de los años 1958-1959, en las protestas magisteriales habidas a principios de la década siguiente, y que convergieron en el gran estallido de descontento estudiantil-popular de 1968. La insurrección sureña arroja numerosas enseñanzas y lecciones para el pueblo mexicano, sobre todo para aquellos que no aceptan dócilmente la tremenda explotación económica, la lacerante desigualdad social, la falta de derechos políticos y de respeto a su dignidad. En Oaxaca 2006 estuvieron presentes prácticamente todos los actores políticos nacionales, como el PRD, la CNTE, la UNT y muchos más. Sin embargo, es una práctica poco usual de los dirigentes de organizaciones sociales, políticas o sindicales, realizar evaluaciones de sus políticas. Esta deficiencia también ocurre en el movimiento magisterial, que regularmente cuando habla de balances más bien se refiere a informes de actividades. Esta ausencia de evaluaciones impide conocer a plenitud las deficiencias o aciertos, así como las fuerzas propias y las del adversario. Al momento de confeccionar este número, puede advertirse un avance en la recuperación del movimiento oaxaqueño mientras que su contraparte, el gobierno de Ulises Ruiz, parece estar perdiendo la suerte que lo salvó de la defenestración el año pasado. El dictador puede caer y el pueblo debe contar con las mayores herramientas teóricas y políticas para hacerlo y para sacarle el mayor provecho a su segura derrota. La situación, entonces, es más que propicia para la reflexión crítica, al tiempo que no se le da ninguna tregua a la costra de caciques, grandes y pequeños, empezando por Calderón y Elba Ester Gordillo, que protegen al gobernador. Completamos esta edición con un escrito sobre el arte y su manifestación en Oaxaca 2006, así como con un interesante texto, llegado desde Buenos Aires, en el que se critica, desde el punto del marxismo, al gobierno de Hugo Chávez y su pretensión de crear un “partido único”. Lo que hace falta es tener conciencia de los defectos, cosa que en la labor revolucionaria equivale a más de la mitad de su corrección. Vladimir Ilich Lenin |