El muro del apartheid israelí

PLUMA NO. 7 - Verano 2007

El muro construido por Israel alrededor de zonas palestinas, ha convertido a Gaza en una gran prisión en donde se vive una grave crisis humanitaria. El objetivo es la anexión del territorio de Cisjordania a Israel, ya que este muro penetra hasta el corazón de esta zona.

El ideólogo del sionismo, Theodor Hertz, autor del libro “El Estado Judío”, dice: “en Palestina formaremos una parte del muro de Europa contra Asia…seremos una base de avanzada de la civilización contra la barbarie”. Después de la guerra de rapiña de 1967, lanzada por Israel contra los países árabes, mediante la cual se apoderó del resto de

Palestina, además de territorios sirios, jordanos y egipcios, el muro acaricia los planes expansionistas racistas y genocidas de Israel. Ese muro ya es una realidad.

Daños geográfico-ambientales

El muro les arrebata a los palestinos el 45.3% de las mejores tierras. Las instalaciones y estructuras del propio muro ocupan 73 000 dunom (1 dunom = 1000m2); la ocupación militar sionista se apodera de 165 000 dunom; se han desbrozado 229 000 dunom de tierras agrícolas; se han arrancado 100 000 árboles de olivo, cambiando la topografía del terreno, alterando el equilibrio ecológico, y causando graves daños ambientales, tales como la erosión del suelo, la deforestación, el peligro de extinción de especies singulares de la flora y la fauna especialmente en la zona boscosa de Um Halarían, en Jenin. El 62% de las zonas boscosas de Cisjordania y 40 zonas naturales protegidas serán aisladas por el muro.

Daños humanos

1. Provoca la destrucción del organismo vivo de la comunidad palestina, al aislar a 126 complejos poblacionales; bloquea a 184 mil habitantes palestinos entre los dos muros; expulsa a 2 mil 323 habitantes; dispersa a 12 mil 482 familias. El muro convierte a 267 mil palestinos en extraños y extranjeros en su propia patria, de ellos 109 mil son ciudadanos amenazados con ser anexados ilegalmente a “Israel”. Afecta en general a 875 mil palestinos.

2. Priva a la población palestina de educación, salud, electricidad, servicios telefónicos y agua; 170 000 estudiantes de 22 comunidades se verán afectados porque sus 320 escuelas se quedarán fuera del muro. La universidad de Jerusalén perderá sus tierras; 220 mil ciudadanos de 30 comunidades serán separados de los centros asistenciales de salud. El 45% de la producción agrícola de Cisjordania se perderá; 11 comunidades han sido separadas de las centrales telefónicas, tres comunidades de las centrales eléctricas y ocho del suministro de agua.

3. Usurpa las aguas palestinas. La ocupación militar y colonial sionista se apodera de las aguas de la cuenca occidental, “el cocodrilo”, la reserva principal de aguas subterráneas en Palestina, su extensión es de 11 000 km2 y su reserva acuífera es de 600 millones de m3. La población palestina de las provincias de Tulkarem y Qalquilyeh, a la que originalmente se le permitía explotar apenas el 5% del volumen total de la cuenca mencionada, pierde ahora con el muro el 20% de su “cuota” y 19 pozos artesanos. El total de pozos robados es de 40, que implican la pérdida de 12 millones m3 de agua, que se dedicaba al consumo de 32 mil personas. 4. Coloniza nuevas tierras palestinas: se prevé construir 75 nuevos asentamientos en la zona comprendida entre el muro y la Línea Verde, donde serán asentados 300 000 colonos israelitas, que se añaden a otras 282 zonas de construcción de asentamientos en Cisjordania. Los muros en los territorios palestinos ocupados, anexan y aíslan a 714 000 palestinos.

Las razones de los mártires

En Belén vive la familia de Daryan Abu Aysha, una chica que llevó a cabo una acción suicida el 27 de febrero de 2002. Entonces tenía sólo 18 años y estudiaba filología inglesa en la universidad de Al Quds. Quería ser periodista, para explicar al mundo cómo padece su pueblo. La casa de la familia estaba amenazada de demolición por el ejército: Israel mantiene una polí-tica sistemática de represión sobre los familiares de los kamikazes que consiste en destrozarles la casa y deportarles a la franja de Gaza. El padre de la chica explica por qué su hija había decidido llenar un coche de bombas y estrellarse contra un control militar. Daryan vivía en el campo de refugiados de Deheishe desde que había nacido. Dos de sus hermanos y muchos amigos habían sido asesinados impunemente por las tropas israelíes. “En cualquier momento entran al campo y matan a quien quieren: mi hija sabía que, de alguna manera, ya estaba muerta, y no quería esperar hasta que le tocara a ella.”

Fuente: Suplementos de Lucha

Internacionalista, diciembre de 2006. http://www.palestinalibre.org

 

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