La reconfiguración de Medio Oriente

PLUMA NO. 7 - Verano 2007

Hace cinco años, un Bush guerrero, anunciaba que cambiaría el rostro del Medio Oriente, dando la apariencia de un poderoso imperio que invadiría y reconstruiría el mundo. Y ciertamente, el mundo árabe ha cambiado. “Las desventuras de Washington en Irak, la humillación del poder israelí en Líbano, el ascenso de los antes marginados chiítas y el ascenso de los partidos islámicos han colocado al Medio Oriente al borde del caos.”¨[ 1]

Israel, el gran gendarme del imperialismo, su cabeza de playa en la región, está en un progresivo debilitamiento, lo cual es otro hecho de capital importancia. La guerra que sostuvo en el verano de2006 en Líbano contra de las milicias chiítas de Hezbollah, lo dejó seriamente debilitado tanto en sus relaciones con los países de la región como a nivel interno: Ehud Olmert (primer ministro israelí) está atravesando una dura crisis que seguramente lo obligará a renunciar. Obviamente, la derrota sufrida no fue precisamente militar (mil muertos libaneses contra poco más de cien muertos israelíes). La victoria de Hezbollah tiene más bien que ver con el hecho de que no pudo ser derrotado. Hoy en día, entre las masas árabes, esta organización es sumamente popular.

LoreOtro golpe para Israel es el tener a Hamas, un grupo fundamentalista, como cabeza del gobierno palestino. Este grupo, luego de ganar las elecciones parlamentarias de Palestina en enero de 2006, ha ido desplazando de la dirección a Fatah (grupo del póstumo Yassir Arafat). La derrota no es sólo de Fatah, sino, sobre todo, de los sionistas que fracasaron en dar sufi cientes concesiones que impidieran el surgimiento de una dirección con la cual le es en extremo comprometedor negociar. En estos momentos hay una tregua entre Hamas y Ehud Olmert que más que ser el preámbulo de una paz duradera, promete ser un tiempo en el cual ambos bandos acumulan la suficiente fuerza para enfrentarse al enemigo en mejores condiciones. Al menos esto está haciendo Hamas en la Franja de Gaza desde que en 2006 los sionistas retiraron su última colonia en esta porción del territorio palestino. Israel bien puede ver su debilitamiento pronunciarse y no detenerse.

Sobre Irak hay mucho que decir. Aquí sólo queremos llamar la atención sobre el hecho de que no parece cercano el día en que los Estados Unidos puedan retirarse de este país dejando en Bagdad un gobierno que al mismo tiempo sea “democrático” y “aliado” de la Casa Blanca. Bush quisiera retirar su ejército pero no puede hacerlo sin dejar en evidencia el fracaso absoluto de su guerra. En Afganistán las cosas distan mucho de estar finalizadas. Estados Unidos no ha logrado establecer un gobierno sólido y la resistencia ha cobrado mayor fuerza en lo que va del año.

Con mucho qué hacer por parte de Washington en Irak y con un Israel que ya no impone como antes (lo cual a su vez refuerza la parálisis y debilidad creciente del imperialismo en la región), el relieve político de Irán ha cobrado un tinte pronunciado.

( R.C. )

 

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13 TAKEYH, Ray. Time for Détente with Iran . Foreign Affairs, march/april 2007, p. 17.

 

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