Entre
el exilio y el recuerdo
Guerra civil española
Angélica García
Pluma
3- Verano 2006
El
acervo literario conformado por textos situados durante la guerra
civil española, que hacen referencia a ella o que retoman
el tema del exilio, es grande. En México, que recibió
a miles de refugiados, hay una cantidad importante de escritores
que, al ser hijos o nietos de españoles, entretejen historias
de los abuelos y las abuelas con el discurrir cotidiano del México
contemporáneo.
Paco Ignacio
Taibo II, en sus maravillosas novelas negras, intercala recuerdos
robados al abuelo anarquista, convirtiendo a los exiliados españoles
en protagonistas de historias mexicanas en las que, contradiciendo
a la realidad, los buenos sí triunfan. Habla de personajes
que protagonizaron un episodio glorioso pero amargo, transformándolos
en verdaderos héroes de novela, lo que tal vez no esté
tan lejano a la realidad.
Referencias
deben ser varias en sus novelas, en las cuales algunos personajes
tienden a repetirse para delicia de quienes disfrutamos de su prosa.
Vienen a la memoria dos textos: La bicicleta de Leonardo y Arcángeles.
El primero, alucinante con referencias a Da Vinci y a los anarquistas
españoles, que a pesar de ser parte de una misma historia
universal, sólo pueden encontrar coincidencias en una excelente
novela policíaca. Arcángeles, que busca retratar personajes
históricos, rescata la memoria de un combatiente español
que peleó la batalla de Guadalajara y que el autor entreteje
con su historia personal y familiar, en un tono nostálgico
pero que no abandona los destellos de humor ácido que caracterizan
la pluma de Taibo II.
En un tono
menos festivo, más serio, aún más melancólico
hay dos novelas que vienen separadas por años de distancia:
Los rojos de ultramar y Homenaje a Cataluña, ambas escritas
por hombres marcados por la guerra civil española, pero que
no nacieron en ese país, convirtiéndose así
en observadores privilegiados de una historia que sigue fascinando
y manteniendo su fuerza.
El escritor y locutor de radio, Jordi Soler, nieto de españoles
y nacido en Veracruz, teje una excelente novela sobre un mexicano
que en un viaje a España se ve confrontado por el pasado.
Descubre que la memoria de la guerra civil ha desaparecido en las
nuevas generaciones españolas, lo que le lleva a cuestionarse
sobre la importancia de rescatar las raíces familiares y
al mismo tiempo, desentrañar el misterio que rodea al abuelo
Arcadi, viejo miliciano que llegó a nuestro país para
convertirse en dueño de una hacienda.
En esta historia,
Soler retrata a dos Arcadis, el que combatió y padeció
el campo de concentración en Francia, y el que compartió
la aventura medio guerrillera de un grupo de exiliados obsesionados
con asesinar a Franco como única salida posible para volver
a España.
En esta novela,
el personaje va a España buscando seguir los pasos del abuelo
-desde Barcelona hasta Francia, en la playa de Argelès -sur-
Mer, en donde en compañía de españoles y gitanos
vivió la tragedia del confinamiento, el hambre y el maltrato-,
y descubre con horror que no queda más huella que la memoria
de quienes sobrevivieron a ese infierno.
Los rojos de
ultramar refleja la vida de quienes jamás salieron de España,
que siempre estuvieron de paso en México, con la maleta lista
para volver a un país que, a final de cuentas, a la muerte
de Franco ya no era el suyo.
Homenaje a
Cataluña es resultado de la experiencia de George Orwell,
quien se trasladó a España pensando en ejercer el
oficio de periodista, pero que al respirar la atmósfera de
igualdad que recorría Cataluña en 1936, decidió
unirse a las filas de las milicias que combatían a los fascistas.
Su libro, una
excelente crónica, busca retratar dos realidades que se sucedían
de manera simultánea: la del pueblo que transformaba la vida
cotidiana a través de la organización, que vivía
la lucha a través de canciones y banderas rojinegras, con
una inocencia que Orwell retrata con profunda emoción. Habla
de las canciones de la época, de lírica simple pero
que reflejaban el espíritu de la lucha; letras que se vendían
por unas monedas en las calles y que adquirían milicianos
que apenas sabían leer, para aprenderlas y después
repetirlas en el frente.
Por otra parte,
aborda la historia de las organizaciones que protagonizaron esta
guerra; retrata las luchas intestinas entre las diferentes fuerzas
que pugnaban por dirigir al pueblo. Pero a diferencia del historiador
o del periodista que observa los acontecimientos de manera fría,
como sólo lo pueden hacer quienes no se comprometen con las
causas, Orwell si toma partido, se pone del lado el POUM, organización
perseguida por los estalinistas del Partido Comunista Español
y que fue declarada ilegal y aplastada por el aparato autoritario
de estos.
La novela de
Orwell hace un acercamiento y un análisis político
de los acontecimientos, pero también retrata a sus protagonistas
con el corazón, reflejando la pasión de un hombre
que decide arriesgar su vida y enfrentar la dureza de las trincheras
en compañía de milicianos españoles y extranjeros,
unidos por un solo sueño (el escritor inglés resultó
gravemente herido y quedó baldado de por vida).
Al haber vivido
en carne propia la traición estalinista, Orwell pudo escribir
posteriormente una excelente novela que con inteligencia retrató
la verdadera naturaleza del estalinismo: 1984.
Es
así que la literatura y la historia confluyen, en los libros
de tres autores separados por geografías, formaciones y generaciones,
pero unidos por el hilo conductor de una guerra, que como la explosión
de una granada -parafraseando a Soler- impactó en las vidas
de estos tres escritores de manera diferente, pero al fin, perdurando,
a pesar del tiempo y de quienes se empeñaron en enterrar
este episodio durante años.
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