1955,
Bajo el estalinismo
Hungría
Sandra Gayou
Pluma
3- Verano 2006
1944
fue llamado, en la Unión Soviética, el año
de las diez victorias. Al final de la II Guerra Mundial, el Ejército
Rojo había perdido 5 millones de hombres en su enfrentamiento
con las tropas nazis y sus aliados, el enorme sacrificio había
valido la pena: el fascismo y el nazismo habían sido prácticamente
barridos de Europa.
Las victorias de 1944 fueron:
1.
Enero.- Termina el sitio nazi a Leningrado. Los soviéticos
entraron a través de los anillos defensivos que se encontraban
en los fortines de hormigón para unirse con las fuerzas amigas
que provenían del Este; ambos bandos tuvieron numerosas pérdidas,
pero los alemanes decidieron retirase. Este hecho causó gran
emoción entre los más de 600 mil hombres que aguantaban
en el cerco desde 30 meses atrás en Leningrado. Al salir,
los alemanes incendiaron edificios muy importantes como los Palacios
de Pushkin en Tsarskoie-Selo y Pavlosk.
2.
Febrero-Marzo. Las tropas del segundo frente ucraniano
cercaron varias divisiones alemanas en la "ofensiva del barro"
y entraron en Rumania.
3.
En marzo liberaron Bielorrusia, donde treinta divisiones
de la Wehrmacht quedaron cercadas; los soviéticos continuaron
hasta las cercanías de Varsovia y a su paso liberaron Polonia
oriental y su capital provisional, Lublin, además de Lituania
y Prusia Oriental.
4.
Abril-Mayo. En abril fue liberada Odesa y en mayo limpiaron
Crimea.
5.
Junio. Finlandia fue tomada, pero al llegar a la frontera
de 1940, el Ejército Rojo se detuvo sin continuar hacia Helsinki.
6.
Julio. El Ejército Rojo liberaba Ucrania y Lwow.
7.
Agosto. Ingresaron en Moldavia y Rumania, en donde las
tropas rojas fueron vistas como "una tromba", logrando
así la rendición del gobierno de este último
país. Ocuparon también Bulgaria y los límites
de Hungría.
8.
Septiembre. Estonia y una gran parte de Letonia fue liberada.
9.
Octubre. El Ejército Rojo tomó Hungría
y Checoslovaquia oriental, se unieron a los yugoslavos para retomar
Belgrado.
10.
En Hungría la lucha fue particularmente fuerte,
pues las acciones para tomar Budapest se prolongaron durante varios
meses, de hecho esta capital fue tomada hasta febrero de 1945.
Octubre
vio también al Ejército Rojo atacar el extremo norte
europeo, echando a los alemanes de Pétsamo, entrando por
el norte de Noruega.
Los
países liberados de la ocupación alemana comenzaron
a retomar sus actividades y a reestablecer la vida cotidiana.
A
continuación describiremos lo que pasó luego de la
liberación en Hungría, que no fue muy diferente a
lo ocurrido en los otros países que estuvieron bajo ocupación
nazi.
En
este ejemplo de gobierno, a diferencia de los otros que hemos incluido
en esta revista, el proletariado no ejerce directamente el poder
sino una burocracia parásita de las instituciones gubernamentales.
La liberación no sólo terminó con los nazis
sino también con sus aliados locales, la burguesía
y los terratenientes. Esto significó una reforma agraria
que repartió cuatro millones y medio de acres a 400 mil familias
campesinas y que casi la totalidad de la industria se convirtiera
en propiedad pública.
En
este país ya no existían las viejas clases dominantes
ni el capitalismo, era un "Estado obrero" pero en el que
la burocracia gobernante monopoliza el quehacer político,
se beneficia de éste e instaura una dictadura sobre los trabajadores.
Además de ello, existió una burocracia madre, la de
la Unión Soviética, que oprimió a estos países
y a sus pueblos.
La
opresión por la burocracia de la URSS
Hasta
1949 el nivel de vida de la gente aumentó, hubo progreso
en la educación, la cultura y la salud, sin embargo, la burocracia
gobernante en la URSS le pasó la factura a los húngaros
por haberlos liberado (a través del heroico Ejército
Rojo) de los nazis.
"De
acuerdo con los términos del armisticio de 1944, Hungría
fue obligada a entregar a la Unión Soviética reparaciones
por valor de 600 millones de dólares. Además, los
húngaros fueron obligados a pagar todos los gastos del Ejército
Rojo estacionado y en tránsito por Hungría. Tan sólo
en el primer año de la ocupación se expropiaron 4
millones de toneladas de cereal para alimentar a las tropas rusas
de ocupación. Como en otros países de Europa Oriental,
los rusos constituyeron en Hungría sociedades mixtas. Esta
maniobra le dio al Kremlin el control sobre la producción
húngara de petróleo, bauxita, carbón, minerales,
usinas, producción de maquinarias y automóviles, etcétera.
Además, los rusos invirtieron en esas compañías
los valores que habían despojado a Hungría. Por ejemplo,
en la Sociedad Mixta de Aviación las inversiones del Kremlin
consistieron en los once mejores aeropuertos húngaros que
el ejército ruso habla 'liberado' de los alemanes" (The
Militant, 21 de enero de 1957). "A esta explotación
de nación a nación se suma otra, la que sufren los
trabajadores -obreros y campesinos-. Estuvieron sometidos a brutales
normas de producción y salarios miserables, confiscación
de las cosechas a los campesinos y una política prepotente
para que entren en las colectividades agrícolas", escribió
en 1957 Nahuel Moreno, un marxista revolucionario argentino, quien
agregó que "esta doble explotación que sufren
los trabajadores de los países dominados por Rusia se refleja
en la estructura política de esos países: un régimen
totalitario, sin ninguna democracia, controlado por una burocracia
fabricada y dirigida desde Moscú."(1)
"A la explotación nacional y social de que son objeto
los trabajadores de la zona de influencia de la burocracia soviética,
se le suma el totalitarismo político y cultural. En todos
esos países el estalinismo impide a los trabajadores toda
manifestación independiente en cualquier terreno: científico,
artístico, político o nacional. Nadie puede discutir.
En los años de dominación estalinista no se recuerda
que algún problema -desde los planes económicos hasta
el interrogante científico de si la herencia de las moscas
cambia con la transformación directa de los genes- no haya
sido resuelto 'por unanimidad'. Todo fue resuelto 'por absoluta
unanimidad', nadie discrepa."
El grado de corrupción al interior del Partido Comunista
alcanzó grados inimaginables, según el periodista
inglés Peter Fryer, que escribía en esos años
para la prensa del partido comunista británico.
En
cuanto a otros órdenes de la vida, como la educación
de los niños, dice este autor que "era igualmente mala
[…] no contentos con enseñar la infalibilidad de Stalin,
contaban a los niños acerca de supuestos inventos y descubrimientos
rusos. Y el ruso era el único idioma extranjero que se enseñaba.
"Esta
alabanza de todo lo ruso […] se extendía a todos los
campos. Escritores, artistas y compositores eran obligados a escribir,
pintar y componer en estricta conformidad con los principios del
Realismo Socialista, establecidos por el corifeo del arte, el Camarada
Stalin. A los científicos se les pedía que estudiaran
y popularizaran solamente lo realizado por sus colegas rusos […]
Y cuando el más grande científico del mundo, el Camarada
Stalin, se pronunciaba sobre Marxism in Linguistics, no era suficiente
que los filólogos húngaros conferenciaran sobre esta
inmortal contribución al Marxismo-Leninismo: los historiadores,
economistas, matemáticos y geólogos, tenían
también que reunirse para considerar su aplicación
en sus respectivos campos de estudio".
La
dictadura
La
dominación de la burocracia se basaba en un sistema de seguridad
y espionaje tanto al interior del partido como hacia el pueblo húngaro:
"A fin de mantener la dictadura sobre los comunistas honestos,
hubo que sofocar la libre crítica y discusión dentro
del Partido. Los disidentes se convertían en víctimas
y si persistían en su disidencia pronto se encontraban siendo
objeto de atenciones por parte de la A.V.H., la Policía Secreta
Húngara. La A.V.H. fue la opresora de un pueblo entero. Moldeada
y entrenada según el modelo stalinista aprobado, con absoluta
falta de entendimiento político o de simple humanidad, culpables
de los crímenes más inconfesables […] había
cámaras de tortura a la manera de la Gestapo, la policía
nazi. Con látigos, horcas e instrumentos para destrozar los
miembros de la gente. Había pequeñas celdas de castigo,
había pilas de cartas del extranjero interceptadas para su
censura. Había baterías de grabadores para tomar las
conversaciones telefónicas. Había prostitutas detenidas
como espías policiales y agentes provocadores. Y los jóvenes
que formaban parte de este fuerte brazo del "Estado Democrático
Popular", recibían tres o cuatro mil forints por mes
como civiles, nueve a doce mil como oficiales: a razón de
doce veces el salario común".
Estos
fueron los factores que desataron una revolución en Hungría,
en 1956, una violenta revolución política encabezada
por el proletariado en contra de las burocracias rusa y húngara,
misma que fue aplastada por los tanques rusos ese mismo año.
(2)
(1)
Moreno, Nahuel, Escritos sobre revolución política,
Buenos Aires, Ed. Antídoto, 1989.
(2)
Fryer, Peter, La tragedia de Hungría, Bs. As, Ed. Antídoto.
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